A la hora de crear una estrategia de Marketing Digital sostenible para conseguir un nivel de ventas progresivo y escalable, tenemos que elaborar un plan o estrategia de marketing digital apoyándonos en 3 elementos o pilares fundamentales. El producto o servicio, el sitio web, y las campañas.
Pero, ¿Cuál es su orden de importancia?
Todos estaremos de acuerdo en que si tenemos un buen producto o servicio, puede que se venda solo. Las ventas irán más o menos lentas, pero siempre hay alguien que lo encuentra por casualidad, lo prueba, queda satisfecho, y lo recomienda.
Si este buen producto o servicio va acompañado de un buen sitio web, y una buena campaña, las ventas irán creciendo de forma más rápida.
De la misma manera, si tenemos un mal producto y lanzamos una buena campaña, puede que obtengamos un crecimiento rápido de ventas. Sobre todo si se invierte mucho en una campaña super creativa y efectiva.
Pero esas ventas son efímeras. Inmediatamente caerán. Ya que la campaña y las primeras ventas, ayudarán a que todo el mundo sepa el mal producto o servicio que tenemos.
El error en la mayoría de ocasiones, viene cuando antes de construir y obtener el mejor producto o servicio, se invierte en hacer una campaña exitosa o una web perfecta. Sin parar a pensar, ni analizar, si ese producto está preparado para ser lanzado, si tiene su público objetivo, o si aporta alguna ventaja o diferenciación respecto a lo que ya está en el mercado.
Y lo más importante. Si nuestro cliente estará dispuesto a pagar esa ventaja que le aporta lo que le estamos ofreciendo.
EL PRODUCTO O SERVICIO
Ya nos habremos dado cuenta que lo principal es tener un buen producto o servicio. Es el elemento más importante.
Seguro que estaremos pensando, si tengo el mejor producto y este se vende sólo, para qué voy a invertir en venderlo.
A veces, muchos productos buenos fracasan por creer que son tan buenos que se venderán solos. Y lo que estamos haciendo, es dar tiempo a que alguien lo copie, u ofrezca algo mejor.
Si tenemos un producto que es lo suficientemente bueno, se venderá incluso sin sitio web, ni una campaña. Habrá quien comprará nuestro producto a pesar de una mala experiencia de compra. O incluso alguien lo revenderá por nosotros, hasta que encuentre otro producto o servicio más rentable para vender.
EL SITIO WEB
Si el producto o servicio es lo suficientemente bueno, ya podemos ponerlo en nuestro escaparate de venta, para informar de nuestras ventajas competitivas, y el valor que aportan. Ese escaparate es nuestro sitio web.
La diferencia entre la venta tradicional y la online, está en que en la digital no puedes ver, oler, o tocar el producto. Por lo que en muy importante tener un buen sitio web, que transmita una buena información y sensaciones que persuadan al comprador..
Además, tiene que aportar mucha confianza y seguridad, para que el comprador confíe en que el producto lo recibirá igual que lo percibe en nuestra web.
LAS CAMPAÑAS
Si ya tenemos un buen producto y un buen sitio web, llega el momento más creativo, apasionado y divertido del marketing digital. Ya podremos dar a conocer que tenemos el mejor producto o servicio.
Como he dicho antes, un buen producto con una buena web, orgánicamente venderá. La campaña es el escalón que aportará un crecimiento rápido de ventas. Es la forma de atraer tráfico a nuestra web, landing page, o punto de conversión, para vender nuestro producto o servicio.
En la mayoría de ocasiones, cuando los productos fracasan, se echa la culpa a que la campaña era mala, que la web no era lo suficientemente adecuada, o que los clientes no llegaron.
Pero en esas ocasiones, pocos creadores piensan que quizás, el problema estuviera en su idea o producto. Que no fuera el adecuado, no fuera tan bueno como creían, o no aportaba una solución a un problema del comprador. O simplemente que el cliente no le encontraba el suficiente valor como para pagar por el.
Conclusión:
Lo principal es tener un buen producto o servicio. Si ya tienes comprobado que hay clientes objetivos que están dispuestos a pagar por el, puedes pasar a los siguientes escalones de información y promoción.
Una buena web es el escaparate de información de nuestro producto o servicio. El punto que aportará información, confianza y seguridad a los posibles compradores.
Cuando ya tenemos un producto exitoso que tiene su público, y una buena web que informe y transmita confianza y seguridad de compra, llega el momento de echar alcohol a la fiesta.
Si, la campaña es como el alcohol. Hace más grande el resultado. Si tenemos un buen producto, la campaña ayudará a que todo el mundo sepa que lo tenemos.
Pero de la misma manera, si tenemos un producto o servicio pésimo, o una web que transmite mala imagen y desconfianza, la campaña agilizará el proceso para que nuestro producto o servicio fracase.
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