En cualquier ámbito de la vida, todo pasa por etapas o ciclos.
Los ciclos son los distintos períodos que transcurren desde el inicio hasta el final de cualquier proceso.
Desde pequeños, nos han hablado del ciclo biológico de los seres vivos o de la naturaleza.
Y es bueno conocer la etapa del ciclo en que nos encontramos en cada situación, para poder actuar conscientemente de una forma u otra.
Ya que un ser vivo no se comporta igual cuando acaba de nacer, cuando está en plena pubertad, o cuando ya se encuentra en edad adulta.
Si lo trasladamos a la vida laboral, un profesional también pasa por sus ciclos, que se dividen en distintas etapas. El reclutamiento, formación y adaptación, desarrollo, retención, y separación.
Dependiendo en qué etapa se encuentra cada persona, actuará de una forma u otra.
Incluso por parte de la empresa, tampoco se actúa igual con una persona que se encuentra en la fase de formación, en fase de retención, o en la etapa de jubilación, por ejemplo.
Y si trasladamos los ciclos al entorno comercial y del marketing, todos los productos y servicios, también tienen sus ciclos. Empezando por la etapa de investigación y desarrollo, introducción, crecimiento, maduración, y declive.
Porque queramos o no, el momento del declive llegará, y cuanto antes sepamos anticiparnos, más preparados estaremos para reaccionar.
El éxito en cualquier proyecto, negociación, o venta, pasará por conocer los distintos ciclos en los que se encuentra cada parte.
El talento humano también pasa por ciclos y fases.
Una persona, cuando ya ha llegado a un momento de estabilidad, puede estancarse en la llamada zona de confort, o lanzarse a buscar un nuevo reto, o etapa de rendimiento y crecimiento profesional. Eso irá en el carácter de cada uno.
Como conclusión, es bueno conocer y analizar las fases y etapas de cada ciclo, para poder anticiparnos, responder, y actuar, ante las situaciones que nos vayamos a encontrar.
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